No se trata simplemente de la nueva generación de un auto más. Es la reinterpretación y evolución de un emblema de Ford y de toda la industria estadounidense. Tanto es así que el Mustang no precisa llevar el tradicional óvalo en su carrocería para ser reconocido. El potro galopando sobre la parrilla o la tapa del baúl sobra para saber de qué se trata. Esta sexta generación, que acaba de ser presentada mundialmente en Los Ángeles, EE.UU., introduce cambios que desafía parte de sus 50 años de historia y lo ponen en sintonía con la estrategia global de la compañía, ya que se venderá en los mercados más importantes del mundo por primera vez de forma oficial, en la mayoría de los casos.
Por Gabriel Silveira
Por eso el diseño de este nuevo Mustang es tan importante. Por un lado, aparecen los rasgos inconfundibles del modelo que debutara en la Feria de Nueva York, en 1964. Los faros traseros de tres barras verticales, la doble nervadura longitudinal en cada uno de sus laterales, su trompa larga, otras tres franjas verticales junto a los faros delanteros (en esta nueva edición están dentro de los faros delanteros y son luces de LED) y el concepto fastback en el sector trasero que apareció poco después. Pero por otra parte, la figura de este deportivo se encuadra dentro del lenguaje de estilo global que la marca del óvalo está utilizando actualmente con todos sus modelos y se manifiesta con la parrilla hexagonal que también se aprecia en un Fiesta o en un Focus.
El desafío a parte de su historia también se da en la mecánica. Ahora el Mustang cuenta con suspensión trasera independiente y un motor de cuatro cilindros dentro de su gama. Si bien esto ha ocurrido alguna vez en el pasado, no son elementos que esta cupé haya ofrecido en la historia reciente ni están dentro de la preferencia de los consumidores más tradicionales en los EE.UU. De nuevo, la intención de Ford con este modelo es la de llegar a casi todo el planeta.
Pudimos conducir dos versiones de esta sexta generación. Primero nos pusimos al volante de la variante GT, la más potente hasta ahora. Cuenta con un motor V8 de 5.0 litros y 435 CV de potencia. Basta poner el propulsor en marcha para comprender parte de la historia del Mustang. Un sonido ronco y grave nos arranca la primera sonrisa. Se combina con una caja manual de 6 marchas (puede llevar también una automática) de recorridos cortos y precisos que aumentan las ganas de manejarlo. Luego de un tramo de ciudad y autopista, la prueba siguió por un sinuoso camino de montaña, lugar ideal para apreciar las virtudes de esta nueva cupé. El trabajo de la suspensión trasera independiente hace que el modelo vaya siempre bien pisado, ofreciendo un gran comportamiento dinámico. Las curvas entrelazadas las atravesaba sin problemas y por dónde se lo indicábamos. Este nuevo esquema también evita que el control de estabilidad entre en acción a cada rato (¡Son 435 caballos aplicados al eje trasero!), lo que se traduce en mayor seguridad. El motor empuja y mucho, especialmente a partir de las 3.500 rpm. Es sorprendente también su poder de frenado.
Luego llegó el turno de 2.3 litros de 4 cilindros y 310 caballos. Claro que no es tan enérgico como el V8, pero tiene un gran rendimiento a bajas revoluciones que no decepciona para nada. Todo lo contrario. En este caso lo probamos con la caja automática, que nos pareció algo lenta en el paso de marchas.
Hay un par de novedades llamativas del nuevo Mustang. Una es el primer airbag de rodilla para el acompañante en un auto de producción. Y la otra es el Line Lock, un sistema que permite salir de parado con las ruedas traseras patinando.
El interior cambió considerablemente respecto de las generaciones anterior, que se aprecia rápidamente en la buena calidad de sus terminaciones y en sus materiales utilizados. Las plazas delanteras cuentan con mucho espacio; no así las traseras, que son casi exclusivamente para niños o para dejar algún bolso pequeño o mochila. El baúl cuenta con una buena capacidad de carga por tratarse de un deportivo, pero la boca de carga es muy pequeña.
Es difícil aventurar cuándo llegará el Mustang al país. Como se dijo, la intención de la marca es que llegue a todo el mundo. Desde Ford Argentina aseguran que estudiarán cuál será el momento indicado para que sea lanzado en nuestro mercado. Lo que sí es seguro, es que cuando llegue ese momento, serán muchos los fanáticos que querrán tener uno. No solo por la historia; también por el presente.
Versiones probadas: 2.3 L Precio (EE.UU.) US$ 25.170 GT 5.0 V8 Precio (EE.UU.) US$ 32.100 FICHA TÉCNICA Carrocería: Cupé N° de plazas: 4 Largo: 4.784 mm Ancho: 1.916 mm Alto: 1.381 mm Distancia entre ejes: 2.720 mm Trocha delantera: 1.570 mm Trocha trasera: 1.637 mm Peso: 1.598 /1.691 (V8) kg Tanque de combustible: 61 litros Baúl: 408 dm3 Tracción: Trasera Transmisión manual: 6 marchas Transmisión automática: 6 marchas MOTOR 2.3 L Tipo: Naftero N° de cilindros: 4, en línea Cilindrada: 2.264 cm3 Inyección: Directa Potencia: 310 CV a 5.500 rpm Torque: 407 Nm a 2.500 rpm Velocidad máxima: ND Acel. 0-100 km/h: ND Consumo promedio: ND MOTOR 5.0 L Tipo: Naftero N° de cilindros: 8, en V Cilindrada: 4.951 cm3 Inyección: Indirecta Potencia: 435 CV a 6.500 rpm Torque: 529 Nm a 4.250 rpm Velocidad máxima: ND Acel. 0-100 km/h: ND Consumo promedio: ND
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