Salón de Ginebra: la muestra más extrema

Además de las marcas tradicionales y más conocidas, en la muestra suiza, que abrió hoy al público, sorprenden los pequeños constructores con diseños impactantes y vehículos de más de 2,5 millones de dólares.


Cuando la última crisis global de 2008 golpeó a Europa, uno de los sectores que más sintió el impacto fue el mercado automotor. Bajas en ventas, reducción de planes de producción, cierre de plantas y despidos masivos fueron algunas de las consecuencias más duras. Y el reflejo más claro de ese momento lo exhibían los salones de automóviles más representativos del Viejo Continente, como París y Fráncfort. La única muestra que no se conmovió fue la de Ginebra, casi como repitiendo el guión de la historia suiza. Allí brillan los de fabricantes de superdeportivos, autos con lujo monárquico, creaciones de pequeños carroceros y extravagancias buscadas más por su exclusividad que por su practicidad. Claro que hablamos de vehículos que pueden superar los dos millones de euros. Al igual que a los multimillonarios, las crisis no afectan a esta muestra. Es extrema. Siempre brilla. Y su edición 85°, que hoy abre sus puertas al público, no es la excepción.

Los grandes constructores buscan estar a tono con la idea que siempre da este evento. Audi, por ejemplo, aprovecha para lanzar la segunda generación del R8, su modelo más radical. Y lo hace con una trilogía: el R8 “a secas”, con motor V10 de 542 CV (habrá también una versión Plus de 610 CV); el R8 e-Tron, deportivo eléctrico con autonomía de 450 kilómetros y recarga de baterías en menos de dos horas; y el R8 LMS, la variante de competición.

Claro que si hablamos de deportivos no podemos obviar a la Ferrari 488 GTB, la nueva creación de la casa de Maranello que cuenta con motor V8, sobrealimentado por dos turbos, que entrega 670 caballos. En la misma sintonía aparece el Lamborghini Aventador SV (Superveloce). Su fórmula es 50 y 50. Tomando como referencia el Aventador “convencional”, aumenta 50 caballos la potencia de su motor (hasta los 750 CV) y pierde 50 kilos de peso. Otro que debuta es el NSX, esta vez como Honda (en enero se había presentado como Acura, marca que pertenece al fabricante japonés y que se vende en los EE.UU.). Se trata de un híbrido con un motor naftero y tres eléctricos que entregan más de 550 caballos.
Menos extremos en números pero no en emociones aparecen los modelos de Ford y Porsche. La marca del óvalo estrena su Focus RS, la versión más “violenta” de su mediano, que ofrece 320 caballos de potencia, tracción integral y un “modo derrape”: al presionar un botón se entrega más potencia al eje trasero y recorrer una curva “de costado”. El fabricante de Stuttgart también tiene variantes de viejos conocidos: el 911 GT3 RS, más liviano y potente, y el Cayman GT4, la versión más rápida (araña los 300 km/h) y poderosa (385 CV) en la historia de esta cupé.

Si hablamos de lujo, el que rompió los esquemas fue Mercedes-Benz, con sus limusinas Maybach. La más impresionante es la S600 Pullman, con una longitud de 6,5 metros y toda la calidad de materiales y de confort en su interior. En Europa costará medio millón de euros.

Entre los prototipos que se exhiben en Ginebra se destacan el Volkswagen Sport Coupe Concept GTE, que anticipa el diseño del futuro CC, y el Bentley EXP 10 Speed 6, una cautivante cupé que “puede anticipar un próximo modelo”, según los directivos de la marca. Por cierto, no es común ver un prototipo de Bentley. Así de extrema y exclusiva es esta muestra.

Y para el final está lo más entreteniddo de esta muestra. Los pequeños constructores  y carroceros. Sbarro, Morgan, Koenigsegg, SCG, Zenvo, Spania GTA o Touring Superleggera son solo algunos de los que se pueden encontrar en el centro de exposición Palexpo. Y entre ellos, al argentino Horacio Pagani con su Huayra, que aunque no sea un modelo nuevo, sigue despertando emociones: es, sin dudas, uno de los autos más extremos de esta muestra extrema.






























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