Historias de autos malditos
Desde el Porsche en el que falleció James Dean, pasando por un automóvil con poderes sobrenaturales, hasta el caso de un vehículo involucrado en el hecho que desencadenó la Primera Guerra Mundial.
Hace poco se cumplieron 58 años de la jornada en la cual comenzó a forjarse la historia del más célebre de losautomóviles malditos. El 30 de septiembre de 1955 James Dean conducía su Porsche 550 Spyder, al que solía llamar “pequeño bastardo”. El actor, que por entonces rodaba la película Gigante, falleció al chocar con otro vehículo a gran velocidad camino a una competencia automovilística en Salinas, San Francisco. Las leyendas en torno al deportivo de Dean no tardaron en aparecer: créase o no, hay quienes afirman que el conductor del camión que transportaba el vehículo destrozado murió aplastado por la chatarra. Otros revelan que el corredor Troy Mc Henry falleció en una carrera utilizando el motor del little bastard y que William Eschrid, que compró la transmisión del vehículo, también sufrió un grave accidente. Finalmente, hay quienes cuentan que camino a una exhibición, este Spyder desapareció misteriosamente.
Cuotas de ficción y realidad dan forma al siguiente relato que ensancha el imaginario de los automóviles malditos. Hacia el año 1983 Stephen King publica Christine, una novela que cuenta la historia de un vehículo poseído por fuerzas sobrenaturales. Algunos años antes había cobrado notoriedad un misterioso caso acontecido en Illinois, Estados Unidos, el cual fue, acaso, inspiración para la novela del escritor estadounidense. Un Chevrolet 78' avanzó raudo por las calles de la ciudad sin un conductor al volante. Según detalló la crónica de Sunday Lifetime, una vez que las fuerzas policiales lograron detener la marcha del alocado vehículo, los mecánicos que lo examinaron no lograron dar con una respuesta que explique aquel misterioso comportamiento.
En el recuento también asoma su rostro el Mercedes-Benz Clase S280 en el cual viajaba Diana Spencer, más conocida como Lady Di, al momento de su muerte en un accidente automovilístico en en el interior del túnel de l'Alma, a orillas del Sena, en París. En este caso la historia maldita está enfocada tanto en el vehículo, como en el misterio que rodea a este siniestro, para algunos obra de una conspiración.
El epílogo de este repaso tiene como protagonista al modelo Gräf & Stift Double Phaeton de 1910, una limusina de carrocería roja en la cual viajaba el Archiduque de Austria Francisco Fernando y su esposa, cuando fueron asesinados el 28 de junio de 1914 en Sarajevo. Según indican historiadores, este hecho fue uno de los desencadenantes de la Primera Guerra Mundial. Cuentan que tras este acontecimiento, el automóvil pasó a manos de varias personas que también cayeron en desgracia: fueron, ni más ni menos, dieciséis dueños los que fallecieron a bordo de este vehículo. Para acabar con la maldición, ya nadie lo conduce: la limosina está detenida en un museo de Viena. Nadie se anima a echar por tierra la maldición que anida su historia.
Hace poco se cumplieron 58 años de la jornada en la cual comenzó a forjarse la historia del más célebre de losautomóviles malditos. El 30 de septiembre de 1955 James Dean conducía su Porsche 550 Spyder, al que solía llamar “pequeño bastardo”. El actor, que por entonces rodaba la película Gigante, falleció al chocar con otro vehículo a gran velocidad camino a una competencia automovilística en Salinas, San Francisco. Las leyendas en torno al deportivo de Dean no tardaron en aparecer: créase o no, hay quienes afirman que el conductor del camión que transportaba el vehículo destrozado murió aplastado por la chatarra. Otros revelan que el corredor Troy Mc Henry falleció en una carrera utilizando el motor del little bastard y que William Eschrid, que compró la transmisión del vehículo, también sufrió un grave accidente. Finalmente, hay quienes cuentan que camino a una exhibición, este Spyder desapareció misteriosamente.
Cuotas de ficción y realidad dan forma al siguiente relato que ensancha el imaginario de los automóviles malditos. Hacia el año 1983 Stephen King publica Christine, una novela que cuenta la historia de un vehículo poseído por fuerzas sobrenaturales. Algunos años antes había cobrado notoriedad un misterioso caso acontecido en Illinois, Estados Unidos, el cual fue, acaso, inspiración para la novela del escritor estadounidense. Un Chevrolet 78' avanzó raudo por las calles de la ciudad sin un conductor al volante. Según detalló la crónica de Sunday Lifetime, una vez que las fuerzas policiales lograron detener la marcha del alocado vehículo, los mecánicos que lo examinaron no lograron dar con una respuesta que explique aquel misterioso comportamiento.
En el recuento también asoma su rostro el Mercedes-Benz Clase S280 en el cual viajaba Diana Spencer, más conocida como Lady Di, al momento de su muerte en un accidente automovilístico en en el interior del túnel de l'Alma, a orillas del Sena, en París. En este caso la historia maldita está enfocada tanto en el vehículo, como en el misterio que rodea a este siniestro, para algunos obra de una conspiración.
El epílogo de este repaso tiene como protagonista al modelo Gräf & Stift Double Phaeton de 1910, una limusina de carrocería roja en la cual viajaba el Archiduque de Austria Francisco Fernando y su esposa, cuando fueron asesinados el 28 de junio de 1914 en Sarajevo. Según indican historiadores, este hecho fue uno de los desencadenantes de la Primera Guerra Mundial. Cuentan que tras este acontecimiento, el automóvil pasó a manos de varias personas que también cayeron en desgracia: fueron, ni más ni menos, dieciséis dueños los que fallecieron a bordo de este vehículo. Para acabar con la maldición, ya nadie lo conduce: la limosina está detenida en un museo de Viena. Nadie se anima a echar por tierra la maldición que anida su historia.
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